Llevábamos un tiempo preguntándonos como de bueno era el álbum de la gama profesional de Saal Digital y lo comprobamos por nosotros mismos.
Con el fin de probar un álbum de gama profesional del laboratorio fotográfico Saal Digital con el que trabajábamos desde nuestros comienzos en fotografía, accedimos hace unas semanas a una promoción para poder sacar un álbum de muestra.
Llevábamos un tiempo queriendo comprobar si la calidad de su nueva gama profesional está a la par con el laboratorio profesional con el que actualmente trabajamos ya que Saal Digital ha quedado relegada a nuestra opción más económica como algo excepcional.
Si bien los acabados de los materiales de la cubierta y el papel están a la altura de un álbum profesional, hay otros elementos y detalles que faltan o no son dignos de poder llamarse “profesional”.
Empezando por la caja, el material escogido en nuestro caso (simil piel blanco) se ve de buena calidad, textura agradable y está bien construida. Saal Digital añade un falso fondo a la caja en caso de que el álbum no contenga muchos pliegos (Como ha sido nuestro caso) para que el álbum “llenara” todo el espacio interior de la caja. Por otro lado se echa en falta opciones para personalizar la caja, aunque fuese una simple línea de texto impresa en UV. La caja incluye un lazo de cinta de satén para poder sacar el álbum con facilidad aunque no deja escoger color a diferencia del laboratorio con el que trabajamos.
En cuanto al álbum, la cubierta de metacrilato y símil piel blanca escogida no tiene nada que envidiar a otras cubiertas del mismo tipo de álbumes profesionales, si pusiéramos alguna pega, sería que la imagen impresa en el metacrilato no refleja los mismos colores que en el papel, pero puede deberse a la diferencia de materiales en los que han sido impresos. En la gama no profesional de Saal Digital solían imprimir un minúsculo código parecido al QR en la contraportada que en el caso de la gama profesional desaparece.
Nos encanta el papel Fujifilm lustre ya que tiene una textura agradable a la vista que le da un brillo elegante y minimiza las huellas de los dedos.
El papel usado es el Fujifilm lustre, que es el mismo que usamos habitualmente en nuestros álbumes de boda de nuestro actual laboratorio. En cuanto a la calidad de impresión no tenemos nada que objetar, la calidad está a la altura de nuestras expectativas y los colores reflejan fielmente lo que vemos en nuestras pantallas al editar nuestras fotos. Pero aquí viene uno de esos detalles que nos hace no considerarlo como una opción “profesional”, sino más bien “económica” a la hora de ofrecer estos álbumes:
El grosor del papel es demasiado fino, tanto, que se aprecian unas ondulaciones en los pliegos que es una constante en cada álbum que hemos impreso con Saal Digital, ya sea gama profesional o no. La única forma de evitar esto es usando su opción de álbumes “XG” eXtra Grueso, pero el precio se encarece dejando de ser una opción competitiva en comparación a nuestro laboratorio habitual. Para la mayoría de sus álbumes, nuestro laboratorio actual tiene el mismo precio para los dos grosores de hoja disponibles y la opción de menor grosor es más gruesa que la opción de menor grosor de Saal Digital y no sufre de ondulaciones en sus hojas.
Otros detalles dignos de un álbum de gama Profesional y que aquí echamos en falta son la ausencia de guardas y de cabezada:
La guarda es ese pliego “en blanco” o de cualquier otro color de tamaño grueso que sirve para que no se vea el corte final del material usado en la cubierta que quedaría por el lado contrario de la portada y contraportada. En Nuestro caso usamos un pliego en blanco pero que al ser tan fino queda con muchas ondulaciones (sobre todo en álbumes con cubiertas de material grueso) y, aunque en este caso hemos comprobado que han aumentado el grosor de la hoja que va pegada a la cubierta, sigue siendo menor que el de nuestro laboratorio actual y aun se aprecia ondulación en la zona donde termina el material de la cubierta, además, este primer y último pliego no consideramos que sea un pliego “imprimible” pero aun así, lo cobran como si lo fuera, lo que no nos parece del todo justo.
En cuanto a la cabezada, es un elemento estético parecido a un cordón de tela habitualmente de textura sedosa que va insertada entre el lomo y la gasa. Sirve para ocultar el canto interior donde los pliegos son doblados y que podría resultar antiestético. Aún en la gama profesional de álbumes de Saal Digital este detalle no ha sido añadido, sin embargo, todos los álbumes de nuestro laboratorio actual disfrutan de este tipo de detalles.
En definitiva, y en nuestra más sincera opinión tras haber probado álbumes de diferentes laboratorios (profesionales y no): Los álbumes de gama profesional de Saal Digital aportan nuevas opciones de cubiertas y cajas con respecto a su gama no profesional, son de buena calidad, destacando sobre todo la calidad de impresión, por encima de otros laboratorios no profesionales, pero aun necesitan mejorar y añadir ciertos aspectos y detalles que, a nuestro entender, debería de tener cualquier álbum para poder ser considerado “profesional”; por lo que seguiremos ofreciéndolos excepcionalmente como una alternativa económica a nuestros álbumes de bodas actuales ya sea para comuniones, pequeños eventos, o clientes con menor poder adquisitivo.
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